1. |
Ser
05:04
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Ser
(Letra y Música: Nacho Martí)
La ciudad se desvela,
un hombre camina en ella,
su silueta se oculta
y el día se desvanece.
De pronto, un aroma florece,
una imagen perdida lo envuelve y ella aparece,
ella aparece.
Me resisto a sentir,
intento apartarme en vano.
Desconecto y de pronto
mis venas descargan.
Lo ves, en mi rostro se ve,
ya no puedo seguir así.
Es tan difícil desprenderme de vos,
aunque lo intento sin razón.
No es mi deseo es que sin ti no puedo ver
un mundo, un cielo, una luz.
Puedo ser, puedo ser tan frágil.
Puede que lo malo pase.
Nacho Martí: voz, piano | Matías Patinho: guitarras, coros | Darío Artiguenave: bajo, coros | Fernando Taverna: percusión | Sebastián Schachtel: sintetizadores | Martín Lambert: batería
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2. |
iluminado
05:12
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iluminado
(Letra y Música: Martí, M. Patinho, D. Artiguenave,
S. Alonso, F. Taverna)
iluminado, flotando,
veo alrededor
nubes volando,
un cielo azul a lo lejos.
Ilusionado, danzando,
puedo sentir mis pies.
Soy lo que quiero ser.
Algo se quiebra, me desperté,
creo que desperté.
Por la pendiente, sigo buscando.
Nada se pierde, nada se transforma.
Un rayo que baja en espiral.
Un mundo se muestra nuevo.
Siento la vibración.
iluminado, flotando,
veo alrededor
nubes volando.
Algo se quiebra, me desperté,
creo que desperté.
Un rayo que baja en espiral.
Un mundo se muestra nuevo,
siento la vibración.
El pulso se agita bajo mi piel,
no espero que pase nada,
nado en transpiración.
Nacho Martí: voz, piano | Matías Patinho: guitarras | Darío Artiguenave: bajo | Martín Lambert: batería
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3. |
Hay quien
05:35
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Hay quien
(Letra: Luz Maggio | Música: Martí, M. Patinho,
D. Artiguenave, S. Alonso)
Las puertas se abren a la sala o al desván.
Hoy es martes, ayer lunes,
cada cosa está en su lugar.
Un perro que ladra,
dos y dos son cuatro y está bien así.
Pensando me digo: sería bueno no pensar,
es inútil deshacerse del anuario prudencial,
todo siempre será urgente
y evitarlo no es normal.
Hay quien,
hay quien vive y quien espera más,
Hay quien no sería más.
Serás lo que debas ser o no serás.
El pez no sabe lo que es
el agua mansa en que muere.
Las puertas que ladran al anuario prudencial.
Hoy es siempre, ayer digo,
cada cosa está en su desván.
Un perro se abre,
cada lunes cuatro y está bien así.
Hay quien,
hay quien vive y quien espera más.
Hay quien no sería más.
El pez no sabe lo que es
el agua mansa en que muere.
Nacho Martí: voz, piano | Matías Patinho: guitarras | Darío Artiguenave: bajo | Sebastián Alonso: batería | Cristian Cáseres: trompeta, flugel | Juan Canosa: trombón | Bernardo Casagrande: arreglo de vientos
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4. |
De un sendero
03:45
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De un sendero
(Letra: Luz Maggio | Música: Nacho Martí)
Supe de un sendero lila
en el andar de un pétalo
sobre unas hormigas.
Supe de un árbol desnudo
sin tierra, luna, ni sueños
donde dibujarse nidos
Supe pariendo cosas,
el rumor del agua,
la palabra nubia
y un hueco en el aire.
Quizás te supe mal,
ancha en el tiempo
y así como un rasguño
fuiste fugaz.
Y allí más nada supe
de lunas ni de amares,
quedé vacío y quieto.
Nacho Martí: voz, coros | Matías Patinho: guitarras | Darío Artiguenave: bajo | Sebastián Schachtel: sintetizadores | Martín Lambert: batería
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5. |
Oigo
05:19
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Oigo
(Letra: Luz Maggio | Música: Nacho Martí)
Sólo persigo un rastro en la noche
cuando el mundo descansa.
Sólo reparo en mirar sus ojos
que miran sin ver.
El tiempo troca como un verdugo
las sombras huecas
y las entibia, las decolora,
y así las muestra su lengua sin fin.
Oigo una pena que suena
en un llano lejano.
Oigo una pena que suena,
quema, quema, todo quema.
Viene y va diciendo
sueños sin comprenderlos,
destruye mis silencios.
Sólo persigo un rastro en la noche
cuando el mundo descansa.
Sólo reparo en mirar sus ojos
que miran sin ver.
La luna encubre con velo oscuro
las manos del hombre cruel
pero un silencio de ánima negra
usa su lengua, su lengua sin fin.
Oigo una pena que suena
en un llano lejano.
Oigo una pena que suena,
quema, quema, todo quema.
Viene y va diciendo
sueños sin comprenderlos,
destruye mis silencios.
Nacho Martí: voz, rodhes, coros | Matías Patinho: guitarras, ebow, coros | Darío Artiguenave: bajo, coros | Sebastián Alonso: batería | Fernando Taverna: samplers | Nicolás Ciocchini: coros
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6. |
Extranjero
05:11
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Extranjero
(Letra: Luz Maggio, Nacho Martí | Música: Martí,
M. Patinho, D. Artiguenave, S. Alonso)
Una música perdiéndose.
El silencio atraviesa el cerco.
Unas hojas secas resuenan bajo sus pies.
Una puerta se abre apenas.
Su silueta se asoma y siento
los pies temblar de miedo.
Soy un extraño en mi lugar,
un pasajero sin destino al que llegar
un día incierto bajo un mismo sol.
No tengo ganas de explicar
por qué no importa perderme en este suelo,
sin un día nuevo, sin un día más.
Una bruma me confunde entero,
un instante en el que sólo pienso
“soy parte de esto, soy todo lo que tengo”.
Una ronda nos encierra adentro,
su cuerpo se abalanza y siento el puñal.
El frío es intenso.
Soy un extraño en mi lugar,
un pasajero sin destino al que llegar
un día incierto bajo un mismo sol.
No tengo ganas de explicar
por qué no importa perderme en este suelo,
sin un día nuevo, sin un día más.
Nacho Martí: voz, rodhes, coros | Matías Patinho: guitarras, ebow, glockenspiel | Darío Artiguenave: bajo | Sebastián Alonso: batería | Fernando Taverna: samplers
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7. |
Tal vez el tiempo
03:08
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Tal vez el tiempo
(Letra y Música: Nacho Martí)
Pensaba perderte de pie.
Pensar que ya nada vuelve
y el eco de tus pasos no cesa.
Me basta tener la imagen en que están
tus ojos clavados en mí.
A veces ese gesto me quiebra.
Sueles escuchar esa vieja canción,
sueles prescindir de mis manos tiempo
para que el dolor no se quede adentro,
para que tu voz suene.
Quedaste tendida sin voz,
cansada del tiempo y del sol.
El brillo de tu ser descansa.
Me basta tener la imagen en que están
tus ojos clavados en mí.
A veces ese gesto me quiebra.
Sueles escuchar esa vieja canción,
sueles prescindir de mis manos tiempo
para que el dolor no se quede adentro,
para que tu voz suene.
Nacho Martí: voz, piano, coros | Matías Patinho: guitarras | Darío Artiguenave: bajo | Sebastián Alonso: batería | Fernando Taverna: samplers
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8. |
Arde en rojo
03:44
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Arde en rojo
(Letra: Luz Maggio | Música: Nacho Martí)
Cuando el verde dice rojo y se pierde,
la noche llega pronto.
Hay un hombre solo y un andén,
despidiendo su último tren.
Últimas sus botas en la piedra gris,
último su pelo al viento también gris,
sólo es el olor a hierba en llamas.
Una hoja cae y dice rojo,
por única vez podrá caer.
Un hombre que cae y arde en rojo,
por única vez.
Nadie escucha el grito,
todo es hierba en llamas, nada más.
“Que los pastos no se suban, nada más,
no se suban, nada más…”
Últimas sus botas en la piedra gris,
último su pelo al viento también gris,
sólo es el olor a hierba en llamas.
Una hoja cae y dice rojo,
por única vez podrá caer.
Un hombre que cae y arde en rojo,
por única vez.
Nacho Martí: voz, piano, coros | Matías Patinho: guitarras, coros | Darío Artiguenave: bajo | Sebastián Alonso: batería | Luz Maggio: coros
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9. |
Palimpsesto
03:54
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Palimpsesto
(Letra: Luz Maggio | Música: Nacho Martí)
La calle nueva se extiende al doblar.
Escaparates, siluetas y luces.
Una pulida ciudad domina mi soledad.
Un palimpsesto, la tierra brota
como un espectro de aquel empedrado,
no quiere morir, persigue mis ojos,
no me deja ir.
Al llover el terregal desaparece
y al secarse vuelve el polvo otra vez.
Ya no puedo desmentir,
sos tantas cosas que es difícil
no encontrarte otra vez.
El viento pampa trae polvo y ceniza,
lo ciñe todo de antiguos ensayos.
Las luces cambian de escena,
las sombras nuevas se van.
Ella retorna entre todas mis marcas,
sin la pena por algo perdido.
No esta perdido
lo que no se desea volver a encontrar.
Al llover el terregal desaparece
y al secarse vuelve el polvo otra vez.
Ya no puedo desmentir,
sos tantas cosas que es difícil
no encontrarte otra vez.
Nacho Martí: voz, piano, coros | Matías Patinho: guitarras | Darío Artiguenave: bajo | Sebastián Alonso: batería
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10. |
Elogio
04:44
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Elogio
(Letra y Música: Nacho Martí)
Considera un fragmento de tu tiempo
como eterno,
como un fluir constante.
Y los cielos desvanecen en su hora,
una nube que se inclina y vuelas
hacia ese rincón.
Otro día languidece
y más, y más,
es sólo un segundo pensando.
En el firmamento
la luna se posa en su centro
y otro corazón palpita.
En lo alto
una multitud de pájaros festeja
mientras yo estoy aquí, tan solo.
Otro día languidece
y más, y más,
es sólo un segundo pensando.
Un impulso no puede parar en vano,
como un gesto no puede borrarse sin lastimar.
Un aliento no puede extinguirse en el viento,
no puede resignarse a ser silencio.
Ignacio Martí: voz, piano, coros | Matías Patinho: guitarra, cavaquinho | Darío Artiguenave: bajo | Sebastián Alonso: batería | Fernando Taverna: percusión | Cristian Cáseres: trompeta
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11. |
Flores en el alba
06:22
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Flores en el alba
(Letra:Nacho Martí | Música: Martí , M. Patinho)
Decís, no más, pensás que ya no da.
No es simple el mal, no es fácil escapar
al temporal que azota sin cesar.
Sentís el viento y avanzás.
Verás crecer la sed en tu boca,
crecer desde el fondo una visión
pensando en volver.
Caminarás desierto bajo el sol
y así, sin más, la noche llegará,
te dormirás envuelto por ensueños,
despertarás y verás
flores en el alba.
Nacho Martí: voz, rodhes, coros | Matías Patinho: guitarras, glockspiel | Fernando Taverna: samplers | Cristian Cáceres: flugel
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DE UN SUR La Plata, Argentina
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